Cerrando ciclos, abriendo otros
- Francisca Urrutia Zapata
- Sep 8, 2022
- 2 min read

Hoy se terminó un ciclo en el mundo, murió la reina de Inglaterra. Me enteré de la noticia en mi última clase de holandés del primer ciclo de ocho que tengo que tomar. Siempre me acuerdo del dicho de que uno aprende a través de las emociones. Por ejemplo: te corrigen, te da verguenza, aprendés. También uno siempre se acuerda de las noticias importantes, de dónde estaba uno y con quién cuando se enteró del cambio.
Me acuerdo cuando me enteré de que me habían aceptado en Banco Galicia y que me iba de mi tan querido Hyatt, estaba en el primer piso del hotel, en la oficina de Marketing, me tuve que apoyar en el mueble para digerir la novedad. Cuando murió Maradona estabamos con mis colegas/amigos de Scatec Argentina haciendo sobremesa después de nuestro típico almuerzo del Veggie. Cuando supe que me venía para acá estaba en la casa de la Martita, mi abuela favorita del mundo que como siempre le digo, aunque tuviera 100 abuelas ella seguiría siendo la número 1. Vi el mensaje de mi actual jefe cuando estaba al lado de ella, me preguntaba si tenía 10 minutos más para charlar, le dije a la Martita que me esperara para el té que ibamos a compartir, que seguramente me decían si me venía a vivir a Holanda o no.
Hoy me enteré de esta nueva noticia, que murió la reina más longeva y con mayor tiempo en el trono. Estaba con mis amigos internacionales, cerrando un ciclo más. Mientras estoy en mi casita nueva veo mi diploma y en el fondo la luna llena y se me viene a la mente la canción del toro enamorado de la luna, canción que también marcó un ciclo de hace tantos años atrás. Se repiten ciertas alturas, en ese momento había un morocho dando vueltas, ahora hay rubios.
La mente se va dividiendo, vienen los pensamientos de la Fran de siempre, mendocina de pura cepa pero siempre con un poco más de gusto a gin que de vino. Y la Fran holandesa que la verdad que es bastante distinta, más abierta, menos juiciosa y más predispuesta. Cada día es más fácil acá, cada día es más lindo, aunque las hojas de los árboles vayan cayendo y la lluvia vaya amenazando. Cada día me siento un poquito más de acá, me abruma menos Google en holandés, entiendo varias palabras, tengo gente muy cerquita de mi corazón física y espiritualmente, ya siento que voy dejando mi huella (bien latina a lo Gloria de Modern Family) en mi trabajo y en los demás aspectos de mi vida.
Este ciclo está muy bueno, me encanta, no sé cómo no lo hice antes. Tal vez el momento perfecto era ahora. Viendo la luna me reí de mi misma, me acordé de mis miedos y sueños de mis 16 años, ahora teniendo casi el doble por lo menos me siento el doble de sabia, de empática, de atenta, de internacional y predispuesta.
Está bueno abrir ciclos y está bueno cerrarlos. Siempre que uno aprenda algo del anterior y pueda trasladar sus habilidades adquiridas al siguiente.



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