Cielo celeste

Que buena forma de empezar el año, con cielo celeste y un sol tamaño baño. La ciudad tiene otro color cuando sale el sol. Es lindo caminarla así, incluso se siente calor. Me propuse para este año dejarme sorprender e ir por la vida con menos expectativas. Yendo despacio, sin pausa pero sin prisa. Parece que en febrero se vienen cositas. He decidido ponerle buena cara al invierno y sacarle jugo igual que le saco al verano. Ayer pasamos año nuevo en Rotterdam con mis amigos argentinos. Escuchamos nuestra música y jugamos al uno. Hablamos mucho en español y comimos empanadas de carne y lechón. Que lindo es el sentimiento de pertenencia. Eso sí al principio es incómodo y tenes que presentarte. Hay que pasar la barrera para poder adaptarse. Toma tiempo pero cuando uno lo hace todo se vuelve más gratificante.