Estar dispuesta a extrañar
- Francisca Urrutia Zapata
- Oct 31, 2022
- 1 min read

Es más fácil despedirse de personas y lugares que no te hacen tan feliz ni reír a carcajadas. A las personas que hacen cualquier lugar un hogar y que te gustaría tenerlas más cerquita de lo que podes cuesta despedirlas un poco más.
Vivir en otro lado tiene la gran desventaja de que uno tiene que estar dispuesto a extrañar. Yo no sabía lo que estaba extrañando hasta que tuve la suerte de poder compartir tantas horas con gente importante para darme cuenta de que al final la despedida cuesta y que dan ganas de repetir este tipo de planes más seguido.
Comimos chocotorta, cheesecake de dulce de leche, medialunas y milanesas. Nos reímos hasta el cansancio y caminamos por Madrid hasta el cansancio. Por lo menos para mí, mis piernas ya están más acostumbradas a la bici que a las caminatas.
Estamos a dos horas de distancia. Gracias por tanto cariño y por devolverme un poquito a mi Fran de Argentina.



Comments