Finde de 28°

Ayer sábado no me sentí bien en todo el día, el viernes había salido con mi primo y sus amigos a tomar cerveza. Yo no tomé mucha pero parece que acá pega más, pega más, pega más. Tienen otra graduación alcoholica y puedo decir que me está gustando más la cerveza, ya tengo algunas marcas favoritas que compartiré con mi hermanita cuando venga,

Me divertí tanto el viernes que el sábado no me podía quejar. Una de las chicas me decía esta noche es mágica, siempre hace frío en Holanda a la noche y hoy hacen 28°, así que no podes irte todavía, tenemos que ir a otro bar a seguir tomando. Así que fuimos de bar en bar, tomando y comiendo bitterballen, unas pelotitas crujientes con papa y carne u otras variantes que a mi me encantan. Se les pone un poco de mostaza y adentro. Pero ojo, no sea cuestión de volverla a meter en el bowl de mostaza, si se comparte se hace solo una vez. Tienen nombre feo porque bitter suena a amargo pero son deliciosas. Eso y las papas fritas y los rollitos de muzarella acompañan siempre las mesas de los bares holandeses.

El sábado no me sentía bien y me hubiese gustado estar en el sillón rojo de la quinta con mi mamá sentada en la punta haciendome masajes en los pies. Pero no pudo ser. Tuve que levantarme muy temprano e ir en bici hasta mi nueva casa para cumplir con mis deberes de persona adulta e independiente y abrirles la puerta a los que venían a instalar el piso. Fueron 40 minutos de bici al sol muy tortuosos con un dolor de cabeza mortal y en ayunas porque ni agua podía tomar. Pero bueno, llegué y me acosté en el piso de concreto a esperarlos (porque ni sillita tenemos ahí todavía).

Llegaron y me volví a mi casa a descansar. Fui del sur al norte, del norte al sur y del sur otra vez para el norte a supervisar los pisos. Como todavía no estaban listos me fui a Noorderpark, mi nuevo parque más cercano, a tirarme al lado del río a descansar y esperar, de paso me puse a escribir. No entiendo a estos holandeses valientes que en días de calor se meten al río o a los canales, el agua es completamente marrón, no se ve el fondo, y probablemente en ese fondo además de bicicletas hayan otras cosas un poquito desagradables. Pero el día ameritaba, Hacía mucho calor.

Ahora me estoy por ir a la playa con mis amigos/vecinos. Vamos a ir a Zandvoort. Que lindo tener una playa a 30 minutos de tu casa en tren. Yo que vengo de una ciudad de montaña, lo valoro mucho. Aunque también hoy me gustaría clonarme y que una Fran vaya a la playa a tomar sol y disfrutar de este veranito holandés y la otra vaya a Potrerillos a comer un asado con su familia. Como eso no lo puedo hacer, le pedí a los Zapata que me lleven en el corazón y de paso yo los llevo a la playa y disfrutan del calor.

Mi amiga de Santiago del Estero me dijo que uno con la mente puede volar y puede ir a todos los lugares a los que ha sido feliz. Nadie te quita el poder de imaginartelo de nuevo. Los recuerdos son lo mejor que hay. Así que tal vez en algún ratito de descanso playero, cierre los ojos y me siente abajo del pino a compartir un asadito y escuchar a mi abuelo hablar del vermouth y de las noticias de economía y política.