Turista vs Residente

Mi quinto día viviendo en Holanda

Hoy fue mi tercer día de trabajo, aprendí que si me quiero quedar en mi casa puedo quedarme en mi casa y descansar, procesar y recargar energías para mañana. Vine en modo residente, no turista. Aunque que lindo es el modo turista, todo te sorprende, la mochila te cansa pero aprendes a ir más liviano y que los shoppings elegantes tienen baños lindos y gratuitos para hacer una pausa y seguir andando. Ves para arriba, para los costados y todo te entusiasma, aprendes historias nuevas, conoces gente, escuchas varios idiomas y comes muchas cosas ricas que tal vez estando en tu misma ciudad no te darías el mismo gusto.

Ahora ser residente es otra cosa, te tenes que ir amoldando a las costumbres del lugar, que si en la oficina hay que hacer silencio, silencio se hace. A que tal vez no puedas hablar tu idioma en todo momento y tal vez demande más energía de la que pensabas. Conocer gente de otras culturas también es un desafío. Saludo con la mano o saludo con un beso, si le digo algo se lo tomará para bien o me desubicaré, llegar 3 min antes a una reunión también es ser impuntual 😳. Pero hoy me dijo alguien muy astuto: don't let the Dutch kill your latin way. Me dijo que sea yo misma, auténtica, latina, ruidosa y cariñosa, que mi forma de ser ahí es necesaria y suma. Hoy me hice una amiga nueva, se llama Dasha, es holandesa, ruluda y una especie de Mery Colombi holandesa, nunca tan copada pero hoy ya me hizo varias recomendaciones 😂😂 por suerte me tocó sentarme al lado de ella. Esta fue mi vista de hoy. Trabajo en el World Trade Center, torre C, piso 17, por si alguien, además de mi abuelo tan tierno como es, se le ocurre buscarme en Google maps.