La música y yo
- Francisca Urrutia Zapata
- Jul 23, 2022
- 2 min read
Updated: Jul 24, 2022

Ayer me compré auriculares inalámbricos para ir escuchando música mientras ando en bici. Me parecía surrealista ir por estas calles tan antiguas escuchando mi playlist de casamientos al ritmo de Cristian Castro. Porque Azul no pega mucho por estas calles con nombres imposibles de recordar.
Fui a ver a mi amigo serbio el bicicletero y antes pasé por Museumplein y descubrí que unas horas más tarde había un evento musical. El verdadero evento se iba a desarrollar adentro del Concertgebouw, una sala de conciertos muy famosa, pero afuera en el predio había una pantalla, luces y sillas.
Es lindo lo conocido, ya mi amigo serbio me conoce, dice que soy medida con las palabras y que al principio le caí mal porque no sabía que bici comprar y le estaba tomando mucho tiempo mi indecisión pero resulté ser una chica muy inteligente y especial según él, así que me considera su amiga y ya me consiguió la bici que yo quería. Creo que me iré haciendo más holandesa y me voy a comprar mi segunda bici, esta es para salidas más deportivas como las que hacíamos en Mendoza, con cambios, frenos de mano y un andar mucho más lindo. Mi amigo Milos tiene 5 bicis, cada una para distintas actividades.
Después me fui a la Centraal Station a encontrarme con otro nuevo amigo. Con él nos fuimos hasta el Museumplein, pasamos por el super a comprar una picada y algo para tomar y nos sentamos en el pasto a escuchar música. Era una orquesta con cantantes de Broadway. Cantaron música de películas y yo fui muy feliz. La música me hace feliz, me acompaña, me conecta, me ayuda a llorar, canaliza mis emociones, me da temas de conversación y planes divertidos. Ir a eventos como este es uno de mis planes favoritos. Vimos el atardecer, volvimos de noche, mi amigo me acompañó a buscar mi bici y me prestó su campera porque a la noche refresca mucho acá.
Volví de noche, por estas lindas callecitas. Antes yo contaba las distancias a través de canciones. De mi casa a la de mi abuela eran dos canciones. Ahora cuento con canales. En dos canales tenemos que doblar a la derecha. Ámsterdam de noche es mística. Tiene luces en los puentes, muchos barcitos y gente pasandola bien. Esta ciudad me gusta, nunca me hubiese imaginado que viviría acá, ni siquiera había venido antes, ni como turista pero es muy conocida, cosmopolita, libre y recibe bien a sus expats, y sí que tiene muchos.
Lo conocido es cómodo, agradable. Cuando voy a conciertos las canciones que más disfruto son las que conozco, acá cantaron canciones de Mamma mía, Disney, La novia rebelde y tantas otras que bailé internamente y canté bajito. Igualmente hay que hacerle lugar a lo desconocido, te puede sorprender, podes descubrir grandes canciones, personas, ciudades, comidas con solo abrirte un poco y decir que sí.



Comments