La nieta de Juan Antonio

No hace mucho me di cuenta de que en este lado del charco cuento con una identidad mucho más precisa, no tan ampliada como tenía en mi querida Argentina. Acá soy Franchiska como suelen pronunciar mi nombre, auntie Frannie, la ruidosa y risueña de la oficina, la que parece española, a la que directamente le hablan en inglés, a la que ya no retan en el transporte público porque sabe respetar el silencio, una expat más en esta ciudad repleta de nacionalidades. Pero soy un poco más que eso. Soy la tataranieta de un escritor famoso que discutía con un tal Sarmiento y por el cual una calle de mi barrio de siempre lleva su nombre. Soy la hija de la profe de inglés, la hija del ingeniero, la hermana de los trillis y de la compositora que tanto quiero. Soy la nieta de la Martita y del famoso Juan Antonio que en el mundo será conocido por sus clases de economía y videos en YouTube pero en el mío es el que me mira por Google Maps y me sigue los pasos. Soy la morocha de la quinta, la que pasó por varios colegios hasta encontrar el suyo. Soy la sociable de siempre, la que llora en público, la que canta y baila cuando está alegre y no habla cuando sus pensamientos le carcomen la mente.

Como enseña Juan Antonio en sus clases, en la vida existe el costo de oportunidad, es lo que renunciamos por elegir otra cosa. No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Por lo menos no físicamente. Sería lindo tener el super poder de teletransportarse, a fin de por ejemplo no perderme ningún festejo. Festejos por suerte hay en todos lados, ayer le hicimos la despedida a mi amiga Dasha. Hoy me hubiese gustado irme para el Guayma. Se que de alguna forma estoy igual, aunque sea en la sonrisa de mis amigas que me hubiesen hecho un huequito para que yo saliera con ellas a las risas 🤍