La vida es una moneda

Desde que vi la serie de Fito no paro de escucharlo a él, a Fabiana, a Baglietto y a Charly. Canciones que marcaron mi adolescencia y juventud y marcaron la infancia de mis hermanos que creían que Mary Poppins y el Deshollinador se llamaba Cuento con las alas del mar. Canciones que escuché tantas veces, en cd primero, descargadas en la computadora después y ahora en Spotify. Yo siento que mi vida está digitada por la música. Como si fuera una larga partitura (o al menos eso es lo que yo espero). La música hace que se pase rápido el tiempo, que se disfrute más lo disfrutable y lo que no lo es tanto. Acorta distancias, tapa incomodidades, acompaña grandes momentos. Para mi las canciones son personas, con nombre y apellido. Al cantarlas me lleva a momentos y claro que a gente querida y a la que ya no quiero tanto. Cuanto cambia la gente al igual que las canciones. Aunque hay algunas que permanecen. La música se percibe en los lugares, en los idiomas y es tan distinta en cada cultura, que me lleva a reafirmar que mis costumbres son argentinas. Y la vida es una moneda, con dos caras. Con lo bueno y lo malo. Junto en el mismo lugar. Con entusiasmo y cansancio, alegrías y tristezas, expectativas y decepciones. Si voy a vivir esta vida tan dual y movida, aunque sea lo haré al ritmo de la música así es más divertida.