THE BIKES ON THE OTHER SIDE

Así me gritaba hace poco el guardia, bueno no sé si gritaba pero yo lo sentí como un grito. Yo no sabía si reir o llorar. Señores, más calidez por favor. No hay necesidad de retar de esa forma. Será una simple limitación del lenguaje?

Hoy hablabamos con una uncraniana muy simpática sobre las diferencias culturales. Nos moríamos de risa notandolas. Parece que los ucranianos son de nuestro palo, más cálidos, espontáneos y gestuales. Me contaba que al principio en las reuniones ella no sabía si la cámara se le tildaba porque del otro lado los escandinavos se quedaban bien quietitos. Hasta que se dio cuenta de que su internet andaba perfecto y que ellos eran así. Yo le conté que hace poco me retó el guardia del hotel porque parece que las bicis se estacionan del otro lado de la vereda. Yo dejaba la mía durmiendo con las del hotel. Pero bueno señor cálmese ya. Mordiendome la lengua me fui con mi bici a estacionar al lugar adecuado.

Me encantan las noches de verano. Sigue la ola de calor pero no sé si es mi optimismo o que estoy muy acostumbrada al calor mendocino que no lo padecí. Sí me derretí pero aproveché para estar bajo el aire acondicionado y tipo 19hs, cuando ya varios holandeses ya habían cenado, me fui a andar en bici al lado del Amstel. Habían muchos botes como es frecuente. Que raro que es el gusto musical de esta gente. En un barquito escuchaban una versión en italiano de una canción muy retro que ahora no me va a salir pero tipo Pimpinela o del estilo. Hay un hit acá que dice Meli Meli, no sé bien qué género es pero acá lo bailan con gusto. Cosa rara. Por suerte este sábado voy con mis amigos nuevos a un festival de reggaeton.

Me acordé de nuestras clases de lenguaje y expresión de la facultad. Y empecé a pensar en todas las cosas que me gustaban e hice mi propia lista: sentarme y poner los pies descalzos en el pasto, apoyarme sobre la bici, que me haga de respaldo, ver a la gente pasar divirtiendose, escuchar a Drexler, sentir el aire más fresco después de un día de mucho calor, el cielo rosado siempre, tener tiempo para no hacer nada y el viento en la cara mientras ando en bici. Son muchas más las cosas que me gustan pero esas las viví hoy y se las quería compartir.