Un paseo en bote

Hoy fue mi tercer domingo en este país. Que rápido pasa el tiempo. Me gusta pensar que es más un feriado o un sábado al cuadrado. Los domingos acá no son como los de allá. Hay mucha gente viviendo lejos de su familia así que los domingos los pasan más con amigos. Incluso los holandeses, ya hablé con más de uno y no todos ven a sus familias de forma sagrada cada semana como hacemos los latinos.

En este sábado mío al cuadrado me levanté a la hora que quise y sin alarma, lindo privilegio de no ser madre aún. Me puse a escribir, hábito que antes no tenía y ahora me encanta. Después agarré mi bici y me fui a Amsterdamse Bos a andar. Hay una ola de calor acá en Europa pero en los Países Bajos la temperatura es más baja también, el mar la regula un poco. Igual hacía calor. Había mucha gente tomando sol, remando en el lago, haciendo algún asadito (aunque sin carne argentina), jugando a las paletas, andando en bici. Después de tomar sol un rato e intentar recuperar mi color trigueño que alguna vez tuve me fui a casa. Almorcé rápido y me fui en mi bici a encontrarme con varias expats más.

Alqulilamos un bote por dos horas, cada una llevó algo rico para comer y tomar, pusimos música y charlamos al agradable rayo del sol. Habían muchos botes, chocamos apenitas con uno pero no pasó nada, nuestras capitanas fueron muy buenas al volante. Acá hay muchos houseboats, casas que están en el agua. Son muy caras de mantener pero en verano debe ser lindo vivir ahí porque abris la ventana y estás en pleno contacto con la naturaleza.

Recorrimos toda la ciudad desde el agua, cada vez me ubico más. Me encantó la compañía, era muy internacional. Estaba mi amiga Sahar que fue la que me invitó, ella vivió en Canadá pero su familia es oriunda de la India y fue a un colegio internacional con otra de las chicas que vino hoy que es de República Checa. Ella a la vez trabaja con las otras dos que se sumaron, Anastasia de Rusia y Maia de Polonia. Ellas llevan más tiempo viviendo en Ámsterdam así que iban pasando todos los tips.

Mi sábado al cuadrado estuvo muy lindo, veremos cómo será el siguiente. Tal vez sea tiempo para cultivar amistades, explorar ciudades, recorrer Europa en tren y disfrutar de mi propia compañía también (que es muy linda, por lo menos a mi me gusta). Ya tuve mucho tiempo de domingos de familia que los guardo en mi corazón de una forma muy especial y apenas pise mi país será el día que más disfrutaré. Por ahora entonces prefiero una semana de lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y sábado al cuadrado.